La bomba de agua sirve para garantizar que la temperatura de funcionamiento del motor sea la correcta. Es uno de los componentes del circuito de refrigeración junto con el radiador y el termostato, a través de los cuales transita el líquido refrigerante. Este mecanismo puede ser accionado por la correa de distribución (la opción más frecuente) o por la correa de accesorios.
La bomba de agua debe sustituirse por cuatro motivos:
- Cuando tiene una fuga.
- Cuando se comprime.
- Cuando se produce una erosión en las palas de la hélice.
- Cuando se realice el cambio de la correa de distribución (en caso de que sea accionada por esta).
Es importante prestar atención a este último punto, pues las manipulaciones asociadas a la sustitución de la correa debilitan el rodamiento de la bomba de agua; esto frecuentemente provoca escapes de líquido por lo que el circuito de refrigeración falla y el motor acaba por sobrecalentarse, con riesgo de averiarse.
Por su parte, si la bomba de agua funciona a través de la correa de accesorios, con renovar este elemento ya es suficiente para volver a la normalidad y hacer que descienda el sobrecalentamiento del motor, sin necesidad de sustituir además la primera.
Es poco probable que tenga que diagnosticar problemas de la bomba de agua usted mismo, pero hay señales de advertencia que pueden ayudarlo a detectar averías antes de que sea tarde. Si usted ve que hay líquido refrigerante alrededor este elemento y detecta que está perdiendo, o nota que está haciendo más ruido que de costumbre, es hora de visitar a su técnico Peugeot – Citroën.