El embrague es un sistema que permite tanto transmitir, como interrumpir la transmisión de la energía mecánica desde el motor hacia las ruedas. Con el uso, este componente se va desgastando; sin embargo, prestando atención a algunas señales, podrá detectar una posible avería con la suficiente antelación.
Si nota que el motor sube de vueltas pero el auto no gana la velocidad, debería que consultar con un especialista por el estado de los discos. Se aprecia, como se dice popularmente, como que el embrague patina; esta situación suele darse sobre todo en sitios donde demandamos un extra de potencia, como un adelantamiento o una subida. Así que tan pronto detecte este síntoma, hasta llegar a un taller, conduzca con suavidad, sin abusar del acelerador, para evitar apresurar el desgaste.
Si siente olor a quemado, puede ser síntoma de que la temperatura del embrague aumentó demasiado, los revestimientos se sobrecalentaron y comenzaron a arder, por lo que desprendieron un olor peculiar. Esto puede ser causado por una conducción agresiva o por dejar el pie apoyado en el pedal por mucho tiempo. Si no hay ninguna oportunidad de que el embrague se enfríe, se puede arruinar el volante y/o el plato de presión.
Un ruido extraño puede avisarnos de algún fallo dependiendo del tipo de sonido que transmite:
- Un ruido de rozamiento cuando embragamos: puede significar que el mando de transmisión no está bien ajustado o no ha sido bien instalado.
- Un chirrido al mantener pisado el embrague: si se trata de un crujido, lo más probable es que se trate del desgaste de la rótula de la horquilla de embrague, mientras que si se trata de un sonido similar al que produce un grillo, se está desgastando en exceso el rodamiento de empuje.
- Un ruido que aumenta al pisar lentamente el pedal: se detecta también al ir a velocidades bajas o aparcando en marcha atrás y suele indicar la necesidad de reemplazar el collarín.
- Un sonido en punto muerto: generalmente desaparece cuando pisamos lentamente el pedal de embrague sin acelerar. Aquí es probable que se trate también de un deterioro de la horquilla de embrague.
Finalmente, puede detectar problemas en el cambio de marchas. Suelen deberse también a varias causas y evidentemente son fácilmente detectables, ya que cuesta más de la cuenta que entre la marcha que queremos y el cambio vendría acompañado de un molesto ruido. Normalmente, el problema suele derivarse de una fuga en el sistema hidráulico del embrague o de algún enlace mecánico mal ajustado.
Si percibe alguna de estas fallas, consulte a un técnico especialista de Peugeot – Citroën y evite un disgusto mayor.
